¿Y con ellos?
El dolor. El inmenso dolor. El fiero rugido del tormento arañando tu alma. Desangrándote. Culminando la masacre que convertía en embarrado polvo al ser humano que te quedaba dentro. Y además del dolor, el miedo. El miedo, el pánico, el espanto, el terror, la cobardía, la angustia, la ansiedad, el desconsuelo, la desesperación, la agonía, el sufrimiento, la tristeza, la melancolía, la nostalgia, los recuerdos,...
Y después, nada.Te perdías. Te perdías entre el ruido de los recuerdos; y ya no eras tú, eras solo un ruido.
(Agotar el oxígeno de una habitación con mentiras.
Inyectarse instantes y sensaciones repetidas como droga en sangre.
Necesitar tragar aire frío por la garganta.)
La Haya
Marruecos
Anapolis. MD





















