domingo, 26 de febrero de 2012

Down upon your knees [...]
(Ya sabía yo que los domingos, el alma se alimentaba solo de sol y música.)

Autoconvencerse (auto-mentirse), el primer paso. 
Cantar para uno mismo, pero en alto: 
(Tantas veces como aquello de dibujar árboles, hasta coger mano, hasta creérselo) 
She's got everything she needs
She's an artist, she don't look back
Después, cambiar hábitos. El siguiente paso.
Dejar de apagar las cenizas de la noche de ayer con ese estúpido jugo de recuerdos exprimidos. Recuerdos que, encima, se quedan empapando las sábanas de las siete de la mañana y colonizan el imperio para el resto del día. 

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